Este año, 2022, el Movimiento de Trabajadores/as Campesinos/as celebra su 25 aniversario.
Compartimos este breve reseña histórica por Juan José Monterroso, asesor general del MTC.
Santo Isidro y María labradores/ agricultores
MTC fue fundado el 15 de mayo de 1997, en honor a los Santos Isidro y María, labradores/ agricultores, y surge y se establece en poblaciones humanas sometidas al sistema de servidumbre de las fincas de café, con más de 100 años de opresión neocolonial – una forma moderna de esclavitud. Está situación marca el carácter y la vida de miles de familias trabajadores agrícolas dependientes de este sistema socioeconómico.
Sistema finca
En su relación de dependencia directa o indirecta, se establecen las categorías de trabajadores: colonos- permanentes y/ o eventuales – radicados en las mismas fincas o sus alrededores; y los trabajadores jornaleros agrícolas, población emigrante estacionaria, provenientes del altiplano occidental, quienes por temporadas se moviliza hacia las fincas guatemaltecas y/ o mexicanas, para realizar jornadas relacionadas al cultivo del café: sembrado, abonado, limpieza – de sombre – y cosecha, entre otras.
Imaginario social y político
En el imaginario social y político, la finca como unidad socioeconómica debería de brindar a la población trabajadora la protección social y laboral expresada en: educación y salud primaria, vivienda y un trabajo libre de la exposición a agroquímicos, con jornadas y salarios que garanticen la reproducción social de la vida de manera digna. Una organización comunitaria y social que, con formas democráticas y mediante diálogos corresponsables, expresados a través de los pactos colectivos (trabajadores y sector patronal), establezcan la condiciones básicas para un desarrollo humano y social de las familias ahí establecidas.
Poder y sometimiento
Lejos de ese imaginario, la finca se expresa en relaciones de poder y sometimiento establecidas por el sistema político – administrativo de la finca/ hacienda, que determinan una experiencia social que establece el poder como control humano y social expresado en formas de vida – que luego en el imaginario social se consideran normales: el cacicazgo, el machismo, la violencia doméstica, el tráfico de influencias, la imposición y/ o aceptación de la injusticia (tareas extenuantes, salarios miserables, balanzas desmedidas – con quintales de 120 libras…), la marginación y exclusión social, el uso de las relaciones sexuales como pago de favores, la impunidad y la corrupción, el alcoholismo como enfermedad social, etc., etc.
Sub-cultura de servidumbre
Todo este sistema pervive en beneficio del sector económico agroindustrial – tradicional, con el consentimiento del Ministerio de Trabajo Previsión Social y el Sistema de Justicia en su conjunto, con muy pocas excepciones; quienes permiten que las comunidad cautivas en este sistema, vistas como propiedad privada -inmuebles, tierra y personas experimenten en sus vidas una violación permanente de los Derechos Humanos y los derechos laborales, en específico. Como resultado de ello se impone, asimila y reproduce, una sub-cultura de servidumbre en la que las personas, familias y comunidades replican esas mismas formas de relaciones sociales en su vida cotidiana.
Compromiso solidario
La confluencia de coyunturas, personas y proyectos, nos permitió en 1996, en el contexto y marco de la Firma de los Acuerdos de Paz, soñar con una organización de y desde los y las trabajadores, inmersos en este sistema, dispuestos a asumir el reto histórico de romper generacionalmente con este sistema de servidumbre. Nos propusimos como Movimiento de Trabajadores y Campesinos, hombres y mujeres, asumir un slogan que ha marcado nuestro camino y jornadas: ¨MTC: un compromiso solidario para erradicar todo tipo de servidumbre¨.
Funcionamiento MTC
El trabajo con sus aciertos y desaciertos, sus luces y sombras, se ha implementado mediante una estructura de consejos sectoriales (mujer, adolescentes y jóvenes) y temáticos (político-jurídico, empleo y economía social y solidaria), abordados desde líneas estratégicas: organización, formación/ educación, desarrollo sostenible y cooperativismo, asistencia jurídica, política y psicosocial. Con planes y programas, establecidos en plazos de 5 años, hemos acompañado en estos 25 años a más de 650 familias asociadas permanentes.
Trabajo, Tierra y Techo
Este acompañamiento en os últimos 5 años se ha descentralizado a través de dos Centros Regionales establecidos en las regionales del Altiplano y Boca-Costa, y una tercera en la región Valle con la oficina central en San Marcos. El ideario asumido desde Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos, del que somos parte, nos permite orientar el conjunto de nuestro trabajo en las 3 T: Trabajo, Tierra y Techo.
El soporte socio-político, espiritual y financiero, ha sido fundamental para mantener desde el inicio este movimiento, como una empresa social y solidaria responsable del desarrollo de fines, objetivos, planes, programas y proyectos de desarrollo humano y social en beneficio de los y las asociadas.
Conmemoración del 25 aniversario
Cada uno de las 10 asociaciones de desarrollo integral, más la cooperativa 19 de agosto, están conmemorando el 25 aniversario con una actividad en su municipio. También hay celebraciones a nivel regional y departamental para recordar los resultados y analizar los retos.