Ya venden chicharrones con éxito

 


Los participantes en el curso de INTECAP en procesamiento de productos cárnicos ya están poniendo sus conocimientos en práctica. Este curso no solo les permite encontrar trabajo en una carnicería, pero también para vender sus propios productos. Carmela Cardona de la Asociación de Desarrollo Integral Campesina de Nuevo Progreso cuenta: ¨Ya estoy vendiendo chorizos. La gente me busca y me pregunten cuando voy a hacer chicharrones de nuevo. Dicen que los chicharrones son mucho mejor que del mercado.¨


Venta exitosa

En mayo este año 2 socias de cada de los 11 asociaciones comenzaron el curso. Ya aprendieron hacer chicharrones, carnitas, longanizas, chorizos, carne doblado, barbacoa y salami. En los últimos talleres van a aprenden preparar salchichas, chorizo, jamón y más. Algunos participantes ya están vendiendo sus propios productos, como Carmela Cardona. ¨Compro las tripas, la carne y sazón para preparar las chicharrones y pongo un rótulo para avisar la gente. Vendo los chicharrones a 2 quetzales la unidad. Así se vende.¨ La gente que venden sus chicharrones están muy satisfechas con la calidad y ya le están buscando. También la delegada departamental Norma Zacarias está ya vendiendo sus producto. Ella hizo longanizas de pollo en su municipio de El Tumbador.

Réplicas de los talleres

Los participantes del curso también hacen réplicas en sus asociaciones. Las personas que quieren recibir la réplica, todas aportan para comprar un marrano. Lo destazan y preparan los diferentes productos compartiendo las recetas aprendidas en el curso.

Empoderamiento económico de mujeres

El curso es parte de un proyecto pecuario ´Mejorando el Nivel de Vida a través de la Granja Campesina´, apoyado por Manos Unidas, España. Este proyecto fue enfocada a las mujeres para su empoderamiento económico. El proyecto surgió de las demandas de las mujeres de poder aportar económicamente a la familia y permitió involucrar a la familia en el cuidado de los marranos.

Un limitante que se tuvo  en la ejecución del proyecto, sobre todo en la región Altiplano, fue la propagación de una epidemia que conllevo al bajo costo de los marranos y el carne. Algunas familias tuvieron pérdida porque murieron los marrones, otros optaron de tenerlos hasta que pasó la epidemia y otros los destazaron y venderlo.

El 10 de noviembre todos los participantes esperan de terminar el curso con un diploma.